Lejos de ser una cosa a evitar, la actividad física es un beneficio para aquellos que sufren de artrosis porque la gimnasia y el movimiento son esenciales para contrarrestar el curso de esta enfermedad.

La artrosis a menudo rima con sedentarismo.
La ansiedad, el miedo a sentir aún más dolor o simplemente los mitos falsos llevan a las personas que sufren de esta enfermedad a moverse poco o nada, con el fin de preservar las articulaciones y evitar más daños y problemas en las rodillas y otras partes del cuerpo.

Nada podría estar más lejos de la realidad. La gimnasia y la actividad física, de hecho, no sólo no duelen, sino que traen muchas ventajas que pueden ayudar a combatir la enfermedad y vivir mejor; veamos por qué. La actividad física y el movimiento en general contrarrestan el aumento de peso que, como sabemos, es uno de los factores que pueden determinar la aparición y también la progresión de la artrosis.

Las libras de más, de hecho, aumentan la tensión en las articulaciones, especialmente las de las rodillas, aumentando la carga que son forzadas a soportar. Un poco de movimiento es, por lo tanto, lo que se necesita para controlar el peso corporal y, por lo tanto, la carga a la que están sometidas las articulaciones.

La inactividad puede llevar al empeoramiento de la enfermedad artrítica. A menudo se piensa que las personas afectadas por esta enfermedad deben usar sus articulaciones lo menos posible para evitar dañarlas. El reposo sólo se recomienda en la fase aguda, de lo contrario se recomienda absolutamente una actividad física regular que evite la creación de un círculo vicioso entre la patología y el sedentarismo, perjudicial para la artrosis, pero también para el desarrollo de otros problemas como los circulatorios y vasculares.

El movimiento es particularmente importante porque también ayuda a mejorar el curso de la enfermedad. El estiramiento, de hecho, permite recuperar todas las posibilidades de movimiento, con el fortalecimiento muscular se intenta fortalecer los tejidos y con la actividad aeróbica se intenta sentirse mejor y más en forma. Por último, un poco de actividad física acompañada de una dieta equilibrada es la base de un estilo de vida adecuado que ayuda tanto en el tratamiento como en la prevención de la artrosis.

Ahora que entendemos que hacer deporte es bueno, veamos qué ejercicios son los más recomendables. Por supuesto, debe consultar a su médico para saber qué actividades realizar en función de su estado, pero en general podemos decir que la gimnasia más adecuada es la gimnasia aeróbica de intensidad moderada.

Natación y aquaerobic son por tanto buenos porque el agua permite aligerar la carga de las articulaciones, pero también la bicicleta, que se puede realizar tanto al aire libre, cuando la temperatura lo permite, como en casa o en el gimnasio con una bicicleta estática en la que se puede elegir el nivel de potencia deseado. Particularmente recomendables son también todos aquellos ejercicios dedicados al fortalecimiento muscular, el equilibrio y la postura como pilates, yoga, estiramientos y gimnasia suave. Tarjeta roja, por el contrario, para los deportes intensos o los que implican un impacto excesivo en las articulaciones como la carrera.

Por lo demás, se da luz verde a todo lo que te hace sentir bien, desde los ejercicios en el agua, hasta el baile en pareja o los paseos al aire libre, solo, con tu perro o en compañía de un amigo, lo importante es moverse.